Los tránsitos astrológicos son uno de los principales medios utilizados en la astrología horoscópica para pronosticar tendencias y desarrollos futuros (el otro medio utilizado es la progresión astrológica, que avanza el horóscopo en el tiempo según los métodos establecidos). Como su nombre lo indica, los tránsitos astrológicos implican un método para interpretar el movimiento continuo de los planetas a medida que transitan por el horóscopo. Esto se hace con mayor frecuencia para el nacimiento o la carta natal de un individuo en particular. Se presta especial atención a los cambios de signo o casa, y a los aspectos o ángulos que los planetas en tránsito forman con la carta natal.
Un tránsito particularmente importante es el retorno planetario. Esto ocurre cuando un planeta en tránsito regresa al mismo punto en el cielo que ocupaba en el momento del nacimiento de una persona. Lo que esto significa es que el planeta ha completado un circuito completo del cielo, y significa que está comenzando un nuevo ciclo en la vida de la persona. Los retornos más significativos son los de los planetas exteriores Júpiter y Saturno. El regreso de Júpiter ocurre aproximadamente cada 12 años y anuncia una nueva fase de crecimiento y desarrollo. El retorno de Saturno ocurre aproximadamente cada 30 años, y anuncia una nueva fase en el proceso de envejecimiento cuando se deben enfrentar nuevas realidades y responsabilidades.